25 de noviembre de 2008

Roberto arlt - El amor brujo

Librazo es cortito dura 18 paginas de word.

Bajatelo:
http://www.scribd.com/doc/8435713/Roberto-Arlt-El-Amor-Brujo

11 de noviembre de 2008

Tomi y Dali - Reservoir Cats (Director invitado Quentin Tarantino)



Tarantino: -Todo lo que quiero decir en esta carricatura es que la violencia esta en todas partes de nuestra sociedad, hasta en el desayuno.(corte de cabeza.)

11 de octubre de 2008

Sansara




Haz el esfuerzo por destruir el ciclo del sufrimiento
Entrar en el camino de la liberación
Abandona todas las ilusiones
Y aprende a amar(contener) a los otros.

Los Guerreros del Arco Iris

"Cuando la oscuridad se haga más densa, cuando la Tierra clame de desesperación, cuando plantas y animales sean despreciados y pisoteados por el hombre, vendrán por el Oeste ... se les verá llegar. Los Guerreros del Arcos Iris. Que traerán la Luz, el Conocimiento y el Amor al resto de sus semejantes. Enarbolando el símbolo de la Conexión y el Anclaje con el Verdadero Amor".Hubo alguna vez una anciana llamada Ojos de Fuego, nacida india de la tribu Cree de norteamérica, esta mujer lanzó una profecía que hasta nuestros días hace eco; la profecía dice así: "Llegará el día en que la codicia del hombre blanco, del Yo-ne-gi, hará que los peces mueran en las corrientes de los ríos, que las aves caigan de los cielos, que las aguas ennegrezcan y los árboles ya no puedan tenerse en pie.Y la humanidad como la conozco dejará de existir.Llegará el tiempo en que habremos de necesitar a "los que preservan las tradiciones, las leyendas, los rituales, los mitos y todas las viejas costumbres de los pueblos" para que ellos nos muestren cómo recuperar la salud, la armonía y el respeto a nuestros semejantes.Ellos serán la clave para la supervivencia de la humanidad, y serán conocidos como "Los Guerreros del Arcoiris".Llegará el día en que algunas personas despierten de su letargo para forjar un Mundo Nuevo de justicia, de paz, de libertad y de respeto por el Gran Espíritu.Los Guerreros del Arcoiris transmitirán el mensaje, para difundir sus conocimientos a los habitantes de la Tierra, a los habitantes de Elohi.
Ellos enseñarán a vivir como vive el Gran Espíritu, y mostrarán cómo ese mundo futuro se ha alejado del Gran Espíritu y por qué razón se encontrará tan enfermo.Los Guerreros del Arcoiris le enseñarán a la gente que este Ser Ancestral, el Gran Espíritu, es un ser de amor y comprensión, mostrarán cómo devolverle a la Tierra, a Elohi, toda su belleza.Estos Guerreros del Arcoiris proporcionarán a la gente los principios y reglas para hacer una vida acorde con el mundo.Estos principios serán los mismos principios que seguían los pueblos del pasado.Los Guerreros del Arcoiris le enseñarán a la gente los viejos hábitos de la unidad, del amor y de la comprensión. Y enseñarán por los cinco rincones de la Tierra cómo alcanzar la armonía entre las personas.Le enseñarán a la gente cómo orar al Gran Espíritu de la misma manera como lo hacían los pueblos del pasado, dejando que el amor fluya como las hermosas corrientes que descienden de las montañas, por cauces que las llevan a unirse con el océano mismo de la vida.Y una vez más renacerá la alegría de estar en compañía como también en la soledad.Estarán libres de envidias mezquinas, y amarán a sus semejantes como a sus hermanos, sin importar el color de su piel, su raza o su religión.Sentirán cómo la felicidad inunda sus corazones mientras se vuelven cada uno con el resto de la creación.Sus corazones serán puros e irradiarán calidez, comprensión y respeto por la humanidad, por la naturaleza y por el Gran Espíritu.Y una vez más colmarán sus mentes, sus corazones, sus almas y sus actos de los pensamientos más puros, para así aspirar a la magnificencia del Maestro de la Vida, ¡el Gran Espíritu!Hallarán la fortaleza que se oculta en la belleza de una oración y en los momentos de soledad de la vida.Y sus hijos nuevamente podrán correr libres y disfrutar los tesoros de la Naturaleza y de la Madre Tierra, libres de venenos y de la destrucción generada por el Yo-ne-gi y sus prácticas codiciosas.Los ríos fluirán limpios otra vez, los bosques serán abundantes y llenos de hermosura, y otra vez habrá aves y animales sin número.
Nuevamente se respetarán los poderes del planeta y de los animales, y la conservación de todas las cosas bellas se convertirá en una forma de vivir.El pobre, el enfermo y el necesitado recibirán cuidados de sus hermanos y hermanas de toda la Tierra.Y estas prácticas serán de nueva cuenta parte de sus vidas cotidianas.Los líderes de los pueblos volverán a ser elegidos a la vieja usanza... no por el grupo político al que pertenezcan, ni porque griten más fuerte o presuman más, tampoco por un proceso de intercambio de insultos o acusaciones mutuas; serán elegidos aquellos cuyas acciones digan más que sus palabras.Serán elegidos como Líderes o Jefes aquellos que den muestras de su amor, su sabiduría y su valor, que hayan sido capaces de actuar por el bien de todos.Serán elegidos por sus cualidades, no por la cantidad de dinero que posean.Y al igual que los Jefes devotos y considerados de la antigüedad, usarán su amor para entender a la gente y para asegurarse de que sus niños y jóvenes sean educados en el amor, en el trabajo y en el conocimiento de su entorno.Les mostrarán que los milagros pueden hacerse realidad para curar a este mundo de todos sus males, devolverle la salud y la belleza que antes tuvo.Las tareas que les esperan a los Guerreros del Arcoiris serán muchas y mayúsculas.Habrá enormes montañas de ignorancia que será necesario vencer; se enfrentarán contra prejuicios y odio.Tendrán que ser dedicados, firmes en su fortaleza y tenaces de corazón.Porque en su camino hallarán mentes y corazones dispuestos a seguirlos en esta senda que le devolverá a la Madre Tierra toda su belleza y su plenitud.Ese día llegará pronto, ya no está lejos.Llegará el día en que nos demos cuenta de que todo lo que somos, nuestra existencia misma, se la debemos a las gentes que han reservado su cultura y su herencia, a esas personas que han mantenido con vida los rituales, las historias, las leyendas y los mitos.Y será gracias a este conocimiento que ellos han preservado, como volveremos a estar otra vez en armonía con la Naturaleza, con la Madre Tierra y con la humanidad misma.
Y descubriremos que este conocimiento es nuestra clave para la supervivencia.Éstos serán los Guerreros del Arco iris, y ésta es la razón que me impulsa a proteger la cultura, la herencia y los conocimientos de mis antepasados.Sé bien que el día del que hablaba Ojos de Fuego está por venir.Y quiero que mis hijos y mis nietos estén preparados para aceptar esta misión: la misión de convertirse en un Guerrero del Arco iris. »Lelanie Fuller Stone, La Dama Cheroqui, es la narradora de esta historia que su abuela le contó a su vez siendo ella una niña.Llegará un día en que la Tierra caiga enferma, cuando un pueblo tome algo de cada cultura del mundo, que crea más en las acciones que en las palabras. Los miembros de este pueblo hará lo necesario para curarla, y se les conocerá como los Guerreros del Arco iris."


Viejo proverbio Cree

Cortesia de marian, grande entre los grandes.

22 de agosto de 2008

Peter Griffin vs Pollo colérico



Terrible escena de padre de familia, es para muchas peliculas de accion lo que pomelo para las estrellas de rock.

21 de agosto de 2008

El Dia Inquisidor cae sobre los monos



Corrian los dias en los que turbas inquisidoras arrasaban con insania a los pagos libres, que ya no se caminaban con libertad. Manipulados por el fanatismo que se expandia acabando con todo lo ajeno a su doctrina.
Los pocos seres que fluían conservando su escencia salvaje y aún se expresaban bajo cuerpos simiezcos vivían ocultos, ya que tenian la hoguera ganada de antemano. Eran odiados y perseguidos con rencor, imagínese usted la mirada de los obtusos al reflejarse en la de su pariente animal.
Cuan atrasado es en verdad el hombre contemporáneo que bajo atroz ego se cree superior a sus antepasados. Cuanto ha sepultado la pira que no se nos quizo debelar. La memoria despierta, a su paso los elefantes traen júbilo, amor y pank.
Llegará el momento en que de una vez las llamas inquisidoras y las doctrinas dejen de matar...
Llegará el momento en el que los que se encargan de asesinar arderán en su propia pira.

¿mono o inquisidor?

17 de agosto de 2008

13 de agosto de 2008



¿Aún no tenes tus pegotes?
-que ultraje

Esta revista independiente invita al lector a pegotearse en Relatos, Historietas y notas de actualidad habitando este gran collage de mundo al cual estamos pegoteados y pegoteamos. Hasta viene con receta que brinda al pegoteado un manjar asegurado.


Pegote, luego existo.

Sitios Web:
www.el-pegote.blogspot.com
www.fotolog.com/elpegote

Escribinos a:
el.pegote@hotmail.com

6 de agosto de 2008

Escuela Primaria de delincuencia

Escuela Primaria de Delincuencia


Caminando por la calle Tacuarí, al llegar al 760, se encuentra un edificio pintado de verde obscuro, con ventanas adornadas de cortinillas blancas y en el frente un letrero que dice Alcaidía Policial. Depósito de Menores.

Si usted lleva una orden de la Jefatura de Policía, se le permite entrar. Lo atiende un señor muy amable, que es el director; o, en su defecto, otro señor tan amable como el director, que es el subdirector.

Este señor, o ambos, o cualquiera de los dos, le pregunta a usted cuál es el objeto de su visita, y si usted le explica que es periodista, resulta casi fatal que ambos, o cada uno por su cuenta, se quejen de los brulotes que les han encajado los periodistas, injustamente, responsabilizándolos… Pero no nos anticipemos… o sí, anticipemos. Se quejan, como decía, que se les haga responsables del inmenso desorden, de la espantosa desorganización que rige el mecanismo de esta institución, que a pesar de pertenecer a la policía, está al servicio directo de la delincuencia, constituyendo un vivero de criminales futuros.

Pero como conversando se entiende la gente, director, subdirector, ambos a la vez, o cada uno por su cuenta, llegan a demostrarle a usted que ellos no pueden hacer absolutamente nada contra lo que ocurre allí, como no sea mantener un orden aparente y una limpieza efectiva.

La higiene es lo único que puede elogiarse, sin temor a mentir ni exagerar, en el Depósito Policial de Menores.

Los pisos están barridos, las camas arregladas prolijamente, como en un cuartel, los niños en clase. Y aquí pare de contar.


El cocktail del diablo


Entra usted en un aula. En los primeros bancos distingue purretitos de seis o siete años. Enfundados en un uniforme azul, parecen pajaritos. En los últimos bancos se encuentra usted
truculentos pelafustanes de cabeza rapada, cráneo biselado por asimétricas caídas de bóveda, y, como es natural, usted pregunta:

¿Por qué está ese chiquilín aquí?

La madre lo trajo porque no puede tenerlo en su casa.

Perfectamente, ¿y ese grandote?

Por matar a una hija.

¿Y ese otro?

Es un degenerado…

¿Y ese chiquilín?

Robó una botella de vino.

Es el cocktail del diablo. Junto a la criatura, totalmente inocente, encuentra usted al futuro cliente de la silla eléctrica, si aquí existiera una silla eléctrica.

Su acompañante y guía, en ese infierno, le dice, a modo de disculpa:

Aquí nosotros no hacemos nada más que cumplir las órdenes de los jueces. Pero como el local no es apropiado, resulta que no pueden separarse a los menores delincuentes de los que no lo son… Si usted quiere conversar con los chicos…

Llámelo a ese rubito.

El rubito viene corriendo. Siete años de edad. Ojos con esperanza y asombro. Modosito.

¿Por qué estás vos aquí?

Me trajo mi mamá.

¿Trabaja tu mamá?

Sí, es sirvienta.

Síntesis dramática. La madre del varoncito, tiene además una hija menor a éste. La dueña de casa donde la sirvienta trabaja, permite a su criada que lleve a la nena; al varón no porque los chicos dan muchas molestias. ¿Qué podía hacer la sirvienta? ¿Quedar agradecida de que le dejaran acompañarse de la nena y buscar un lugar seguro donde depositar a su chico? Alguien le indicó el Defensor de Menores. Y el Defensor de Menores… ha resuelto tranquilamente el problema, enviando a la criatura a un depósito de menores delincuentes, muchos de los cuales son degenerados por sus ocho costados. Pero, la madre ignora semejantes lindezas. Y es posible que el Defensor del Menores también diga que las ignora… Y entonces aquí no ha ocurrido nada. Todos somos inocentes y este planeta es el mejor de los mundos.

Se sienta el rubito, y llamo a un grandote simpático, de diez y siete años de edad. Viene rápidamente hacia mí, sonriéndome como si yo fuera su hermano o su padre, y pudiera resolverle un problema dificultoso.

¿Por qué estás aquí, vos?

Por haber robado doscientos cinco pesos.

No está mal para empezar. (Sonrisa de agradecimiento.) ¿Y para qué querías ese vento?

Me guiñó un ojo, con toda confianza, y dice:

Era para asaltar al pagador de Agronomía, ¿sabe? Yo tenía todos los datos.

Pero mi hijo… El pagador se iba a resistir. ¿Qué hubieras hecho vos?

Y, entonces lo hubiera tenido que matar. ¿No le parece?

Se expresa con tanta naturalidad y sencillez, y sus ideas son tan claras para él mismo, que uno termina por aceptar que, en efecto, es natural que el ciudadano se despachara al pagador de Agronomía, si éste se resistía…

Bajamos. En un patio, un chico sumamente simpático que se cuadra cuando pasamos frente a él.

Y este mocito tan simpático, ¿por qué está aquí?

Condenado a quince años de presidio.

¡Quince años!

Sí, es Ricardo Reyes, que el 1 de enero mató a una vieja a puñaladas.

¿Qué edad tiene?

Diez y siete años. (Continuaré mañana)

[El Mundo, 26 de septiembre de 1932]


Escuela Primaria de Delincuencia (Segunda parte)


¿Quiere visitar la enfermería del Depósito, señor?

Cómo no.

Me acompaña el maestro de los chicos delincuentes. En la enfermería, una criatura tuberculosa. La salivadera con manchas de sangre. Seguimos adelante. Un muchacho de diez y seis años en otra cama. Boca fina, labios sinuosos: un enfermo distinguido.

¿Quién es Ud.? ¿Por qué está aquí?

Por matar vigilantes, con mi auto.

Se trata de un niño bien. Manía de la velocidad. La familia paseando en Europa y él, por distraerse del aburrimiento, atropellando con su voiturette a cuanto infeliz se le ponía por delante. A disposición del Juez de Menores. Alguien me informa:

Además de asesinar gente con su auto, es clínicamente un depravado.

Salimos. En el patio un mocosito:

¿Y vos…?

Por robar una bicicleta.

Es extraordinaria la cantidad de chicos que se encuentran en el Depósito de la calle Tacuarí por robar bicicletas. En una visita anterior encontré a una criatura de siete años detenida por robar una botella de vino. Hay otros, en cambio, que están detenidos por nada.


No conocen al Juez


La primera anormalidad que salta a la vista en las declaraciones de los chicos detenidos, evidencia que éstos no conocen al Juez que entiende en su causa, no conocen al Defensor, ni conocen a nadie, como no ser a sus maestros y los celadores que no tienen el conocimiento científico necesario para desempeñar tales funciones.

Lo menos que se le ocurre a una persona sensata es que el Juez o el Defensor debía conocer a los pequeños presos en su jurisdicción, conocer de inmediato la calidad moral del detenido, cerciorarse por sus propios ojos que no se ha cometido una injusticia o una monstruosidad al encerrar a un pequeño entre delincuentes, pero no ocurre tal. La mayoría de las respuestas de los chicos revela que el Juez o el Asesor tramitan dichos asuntos por oficio, menos por el conocimiento directo con el damnificado.

Y es entonces cuando del conjunto de este mecanismo se desprende la más descomunal falta de lógica y congruencia que puede pretenderse que encierre un sistema preventivo y penal.
La policía, el juez o el diablo, encierran a los chicos en el infierno de la Alcaidía para librarlos de la perniciosa vagancia y de las amistades delictuosas que pueden contraer en la calle…

La intención es ingenuamente buena… Pero el caso es que para librarlo al chico de las amistades delictuosas se le encierra precisamente entre delincuentes de todas las calañas, entre degenerados de las variaciones clínicas más diferenciadas y entonces la evidencia salta con mayúsculas espantosas:

LA JUSTICIA ESTÁ FABRICANDO DELINCUENTES CON CRIATURAS QUE NO TIENEN ABSOLUTAMENTE NADA DE DELINCUENTES.


Los mayores depravan a los menores


Mayores y menores conviven en el comedor y en los dormitorios en una promiscuidad de edades que sugiere lo que en el artículo de un periódico no se puede decir al público.

Importa poco que la criatura albergada en el Depósito haya sido alojada allí por pedido de su madre. Alternará, comerá codo con codo, jugará con el otro detenido acusado de cualquier delito, con experiencias que le comunicará en el trato diario.

Si el niño ingresó allí inocente, saldrá pervertido. Si tenía residuos morales, esos vestigios serán anulados por sus compañeros. El mayor presiona sobre el menor con toda la intensidad de su perversión específica. No es suficiente la vigilancia de los celadores, ni de los maestros. Las cosas ocurren allí como en cualquier establecimiento penitenciario. Luego los maestros se asombran, y le dicen al visitante, moviendo patéticamente la cabeza:

El noventa por ciento de los que ingresan al Depósito de Menores vuelven… vuelven acusados de delitos más graves…

Lo bueno sería que no reingresaran y menos con acusaciones efectivas. La primera detención en el Depósito ha sido lo suficiente poderosa para pudrirles formalmente. Allí aprende las artes del robo, de la simulación, de la astucia. Para un chico que vive entre delincuentes lo terrible sería no adquirir la capacidad de delinquir que evidencian los mayores, ¡y qué mayores!

Allí se alojó Cocuccio, el famoso menor jefe de una banda de minores asaltantes y asesinos. Los pequeños lo mirarían con la misma admiración con que nosotros hemos admirado a Firpo o a Justo Suárez. Y pretender que un chico no admire a un delincuente, es pedirle peras al olmo.

Tanto admiran a los delincuentes que voy a citar un caso que me narró un profesor:

En el Depósito se permitía la entrada de revistas policiales. Una noche los chicos prepararon un fuga espectacular partiéndole la cabeza a un sereno y levantando el alambre, Interrogados, respondieron que habían aprendido la táctica de fuga en la revista policial.

[El Mundo, 27 de septiembre de 1932]


Escuela Primaria de Delincuencia (Tercera parte)


¿Qué dicen los maestros de los menores delincuentes? Es interesarte escuchar sus opiniones, pues ellos revelan un desaliento profundo frente al desorden que rige el mecanismo de Depósito de Menores, y las instituciones en relación con él.

Nosotros no podemos hacer nada en favor de estas criaturas, mientras que la justicia amontone en un mismo establecimiento aulas, dormitorios y comedores, al chico honesto con el criminal nato, a la criatura traviesa e inocente con el degenerado y el perverso. Las clases que abarcan desde primero a quinto grado carecen en absoluto de eficacia. Lo que los chicos aprenden es nulo, y sólo se deciden a estudiar algo cuando se les interesa diciéndoles que el juez pondrá en libertad a los que demuestran condiciones para el estudio. Algunos son mentalmente tan atrasados que su verdadero lugar sería en un Instituto de Retardados Mentales. A este caso voy a contar una anécdota:

El maestro se encuentra dando clase de historia. Llama a un chico acusado de hurto y que es-taba distraído, para preguntarle:

¿Quién fue San Martín?

No sé, señor. Yo no estoy complicado en ese asunto.


Se aburren


Los chicos se aburren desesperadamente. Las cuatro paredes del Depósito no son de lo más adecuado para hacer bailar de alegría a nadie. Y menos a una criatura separada de su familia.

Hasta hace cinco años la disciplina era rigidísima. Se les castigaba corporalmente. La entrada de maestros jóvenes hizo cambiar el sistema. Me atengo a informaciones de ellos.

Actualmente no se les pega. Se les aburre con tres horas en clase. Y las tres horas de clase tie-nen la finalidad de evitar que los mayores, en el recreo y las horas libres, se entretengan en pervertir a los menores.

Delincuentes, niños sin padres o sin tutores responsables, contraen allí en el Depósito la necesaria amistad para que el día que salgan a la calle no tengan mucho trabajo para buscar un cómplice. Se perfeccionan en el delito sin que maestros o celadores se hagan la menor ilusión respecto a las posibilidades de reforma de aquéllos.

Nosotros me dice un maestro necesitaríamos un establecimiento grande, con divisiones para menores que nunca han delinquido y para aquellos que están acusados en primer grado. Necesitaríamos un laboratorio de psicología experimental… porque muchos menores, que nosotros, por experiencia, clasificamos como anormales, los médicos de tribunales, de una sola ojeada, los clasifican de normales. Se evidencias las contradicciones más monstruosas entre el juicio de un médico, de un juez y de un maestro de menores. Las conclusiones son las siguientes: el chico es enviado de un establecimiento a otro, en el noventa por ciento de los casos, sin el menor criterio científico.


Nadie tiene la culpa


Y allí, ¡nadie tiene la culpa!

La policía se lava las manos, diciendo que ellos no tienen la alcaidía para refugio de menores sin hogar. Los maestros se disculpan, observando, y con razón, que todo aquello que les pueden enseñar a los chicos es anulado por los mayores delincuentes que conviven en el conjunto. El director del establecimiento, a su vez, arguye que el edificio es pequeño y que él no puede hacer milagros; la justicia pretexta detener a las criaturas para librarlas del contagio de la delincuencia callejera; el juez de menores y los defensores, no sé de qué modo se justifican; los médicos, que aseguran que un menor es un degenerado cuando no lo es, y que no lo es cuando lo es, como afirman los maestros prácticos en esto de analizar a los chicos…

Se ha llegado al colmo de lo irrisorio, y las contradicciones son ya tan monstruosas que la única conclusión que se desprende del examen de ellas, es la siguiente:

Nuestra sociedad, con o sin culpa, está fabricando delincuentes. Y los jueces lo saben. No pueden ignorarlo; están en la obligación de no ignorarlo.

El depósito de menores es un antro de corrupción. Sin tino, sin el menor escrúpulo moral, se encierra en él a criaturas cuyas travesuras interpretadas maliciosamente pueden ser clasificadas como delictuosas. Se toma como pretexto para fabricar menores delincuentes el hecho de que sus padres no pueden atender a sus necesidades en una forma correcta. Y para corregir un pequeño mal, se crea un mal mayor. Infinitamente mayor.

Lo dicen los maestros: Aquellos que entran al Depósito, salen; pero vuelven…

Lo antinatural sería que no volvieran, con los técnicos en delincuencia que están allí confinados pero con libertad para darles, a los que las ignoran, cátedras de robo, de vicio y de crimen.


Se aburre uno


Me dice un detenido de 16 años:
Se aburre aquí uno.
¡Cómo no se van a aburrir! Ni talleres para enseñarles alguna profesión hay allí.

Para salvar las apariencias se han instalado clases, que por otra parte tienen la ventaja de evitar que los encerrados conviertan la casa en un infierno. Eso es todo lo que se ha hecho por ellos. Nada más.

Lo más grave del caso es que artículos como el que el autor escribe, tienen la ventaja de remover el avispero pero durante algunos días. Luego todo vuelve a su curso normal, si es normal que un establecimiento policial tenga la directa inmediata función de fabricar chicos, la mayor parte traviesos, criminales futuros.

[El Mundo, 28 de septiembre de 1932]


Escuela Primaria de Delincuencia (Fin)


Con esta nota doy fin a las impresiones que he recibido de mi visita al Depósito de Menores Abandonados y Delincuentes, de la calle Tacuarí.

De lo que he escrito anteriormente, se desprende que la institución es un desastre. No llena ningún fin, como no sea engrosar las filas de la futura delincuencia.

El visitante inexperto encontrará allí chicos de todas las edades, uniformados con un traje azul, aulas limpias, dormitorios en orden y camas bien tendidas. Y nada más. Bajo esta apariencia de orden y de limpieza, camouflage eterno de todas las instituciones inútiles, se oculta el cáncer de una amenaza social:

Todo chico que en un momento de estupidez cometa una travesura peligrosa está amenazado por la justicia (que se propone corregirlo) de ser encerrado allí, para que allí, en vez de corregirse, se eche definitivamente a perder.


Quiénes son los culpables


¿Quiénes son los culpables de este desastre?
Los padres. Muchos menores son hijos de hogares constituidos irregularmente. No puede inculparse a un menor de no tener padre o madre, ni de carecer de ese indispensable sentido moral necesario para convivir en la comunidad.

¿La policía?

La policía se limita a proceder de acuerdo a instrucciones previas. Cuando un menor delinque, la función de la policía es colocar a este menor bajo la jurisdicción de un juez, para que el juez lo juzgue.

Llegamos entonces a los jueces.

¿Son culpables los jueces?

Creo que son los únicos culpables, y son doblemente culpables porque no existiendo una jurisprudencia adecuada respecto al menor, ni instituciones que encierren en su funcionamiento una garantía severa para salvar al menor, actúan frente a éste con más crueldad, por omisión, que ante los mayores de edad.

Un análisis simple:

En el Departamento de Policía, los cuadros de detenidos están divididos de acuerdo a un criterio simple, pero aceptable, incluso para los mismos detenidos. A un acusado sin antecedentes no se lo encierra jamás en el cuadro quinto entre profesionales de la delincuencia.

¿Por qué no se procede con el mismo criterio respecto a los menores? ¿Por qué se encierra al chico acusado por vagancia en el mismo local donde se encuentran menores cuya peligrosidad es infinitamente superior? ¿Por qué se aloja al niño cuya madre no puede mantenerlo en el mismo establecimiento donde el degenerado, el ladrón o el asesino conviven en armoniosa amistad?

Saltan a la vista lo que pueden contestar los jueces:

Nosotros no tenemos locales adecuados.

Frente a tal contestación no cabe sino otra:

Si no tienen locales adecuados, técnicos educadores adecuados, no priven de su libertad a un menor y menos para encerrarlo en una escuela de delincuentes.

La monstruosidad que se revela en este procedimiento, escalofría; sobre todo si se la contempla en el interior del mismo Depósito.

Encerrar a un chico porque ha robado una botella de vino o no ha devuelto la bicicleta que había alquilado, en compañía de otro menor que psíquicamente es un delincuente nato o un degenerado, es un contrasentido que no tiene nombre.

Y más contrasentido lo es si se considera que jueces, maestros, directores de establecimientos de esta naturaleza, NO CREEN EN LA EFICACIA DEL PROCEDIMIENTO.


Y como nadie cree…


Y llegamos al fin.
Como los maestros no creen que sus lecciones puedan reformar a un chico, ni los jueces tampoco lo creen, ni los celadores, ni nadie, nos encontramos en presencia de un mecanismo inútil, que funciona porque sí, entre el pesimismo de aquéllos que debían estar dedicando todas sus energías a la solución del problema, porque para ello el Estado les paga.

Unos se inculpan a los otros, y todos, a su vez, reposando en la convicción de que nada pueden hacer, dejan que el mecanismo del Depósito trabaje naturalmente; y la función natural de este Depósito de Menores es destruir cuanto poco bueno puede tener un menor que cae allí adentro.

Y este terrible desorden se ha prolongado a todas las instituciones de menores. Ni una sola llena las funciones para las que ha sido creada. El escepticismo de los de arriba ha reflejado en
los de abajo, y la preocupación de todos estos funcionarios casi perfectamente inútiles, es una sola: no ser atacados por los periódicos. El resto les interesa escasamente.

Y como todo se contagia, a nuestra vez, nosotros los periodistas, que encaramos semejantes problemas, tenemos la íntima convicción de que toda campaña contra estas instituciones es perfectamente inútil. Durante dos o tres días las gentes comentan las anomalías que el diario les ha revelado, luego se olvidan. Nada se hace en favor de los menores. Y el terrible problema quedará en el aire hasta que venga otro que escriba estas notas… y la gente vuelva a olvidarse.

[El Mundo, 29 de septiembre de 1932]

24 de julio de 2008

23 de junio de 2008

Cabezas Rodantes



Luego de caer decapitado ante el borrego, el conejo volvió como zombie e incendió el condado para infortunio de los residentes.

4 de junio de 2008

3 de junio de 2008

http://www.alexgrey.com
http://www.cosm.org

Sueño Infinito de Pao Yu

Pao Yu soño que estaba en un jardín idéntico al de su casa. ¿Será Posible, dijo, que haya un jardín identico al mío? Se le acercaron unas doncellas. Pao Yu se dijo atónito: ¿Alguien tendrá doncellas iguales a Hsi-Yen, a Pin-Erh y a todas las de la casa? Una de las doncellas exclamó: "Ahí está Pao Yu. ¿Como habrá llegado hasta aquí?" Pao Yu pensó que lo habían reconocido. Se adelantó y les dijo: "Estaba caminando; por casualidad llegué hasta aquí. Caminemos un poco." Las doncellas se rieron. "¡Qué desatino! Te confundimos con Pao Yu, nuestro amo, pero no eres tan gallardo como él." Eran doncellas de otro Pao Yu. "Queridas hermanas -les dijo-, yo soy Pao Yu. ¿Quién es vuestro amo?" "Es Pao Yu", contestaron. "Sus padres le dieron ese nombre, que está compuesto de lso dos caracteres Pao (precioso) y Yu (jade), para que su vida fuera larga y feliz. ¿Quién eres tú para usurpar ese nombre?" Se fueron, riéndose.
Pao Yu quedó abatido."Nunca me han tratado tan mal. ¿? Por qué me aborrecerán estas doncellas.¿Habrá, de veras, otro Pao Yu? Tengo que averiguarlo." Trabajado por esos pensamientos, llegó a un patio que le pareció extrañamente familiar. Subió la escalera y entró en su cuarto. Vió a un joven acostado; al lado de la cama reían y hacían labores unas muchachas. El joven suspiraba. Una de las doncellas le dijo: "¿Qué sueñas Pao Yu, estás afligido?" "Tuve un sueño muy raro. Soñé que estaba en un jardín y que ustedes no me reconocían y me dejaron solo. Las seguí hasta la casa Y me encontré con otro Pao Yu durmiendo en mi cama." Al oír este diálogo Pao Yu no pudo contenerse y exclamó: "Vine en busca de un Pao Yu; eres tú." El joven se levantó y lo abrazó, gritando: "No era un sueño, tú eres Pao Yu." Una voz llamó desde el jardín: "¡Pao Yu!" Los dos Pao Yu temblaron. El sañado se fue; el otro le decía: "¡Vuelve pronto, Pao Yu!" Pao Yu se despertó. Su doncella Hsi-Yen le preguntó: "¿ Qué sueñas Pao Yu, estás afligido?" "Tuve un sueño muy raro. Soñé que esstaba en un jardín y que ustedes no me reconocieron... "


Tsao Hsue-Kin(1719-1764) Sueño del aposento rojo.

27 de mayo de 2008

Grolou por el barrio

Buena onda este guachin , que pone color a la gris buenos aires. una vuelta me lo cruce pintando a la vuelta de casa y le pase un pegote. Fue un alto encuentro, Sobre todo poruqe me venia encontrando a pipo chipolatti sin parar.

www.grolou.tk













¡¡Te amo celia!!
¿?

Langer varios















Extractos tratado de la delincuencia

La inutilidad de las leyes

Yo veo que de acuerdo a estos lectores son más las leyes que se infringen que las que se cumplen, lo cual le hace pensar a uno que las leyes han sido establecidas precisamente para eso, para que no se cumplan; lo cual viene a demostrar que este es un país que cumple fielmente ese precepto de su Constitución, dónde se asegura que es tierra de libertad para todos los hombres de buena voluntad.
Yo creo que de esta buena voluntad se necesita mucha y muy robusta para recordar tantas leyes y para infringirlas a todas, y a las que no se infringen, quebrantarlas, y a las que no se quebrantan, violarlas, y a las que no se violan, se fuerzan, y a las que no se fuerzan ni se violan, se tuercen como medias de pobres, se adaptan como trajes de serie, quedando las pobres tan maltrechas, tan sin jugo, tan sin ley, que ya no son leyes, sino entuertos, y tienen tanto de derecho como la giba de un dromedario.


La Coima


Es que estamos en el Imperio de la Coima, en el reinado del pichuelo, en el país de la granjería. Días pasados recibí la carta de un lector que firma Potito Mangianello; en recuerdo de aquel inefable Potito que anduvo mezclando en el lío de la Poey, Santiago y compañía.
Bueno; este señor Potito Mangianello me decía en la carta que los barrenderos municipales ganaban setecientos pesos mensuales, enviándome una lista de coimas organizadas, lista que uno de estos días reproduciré para asombro de las generaciones venideras y para actual orientación de estudiantes y otras gentes.
La coima; la coima es la polilla que roe el mecanismo de nuestra administración, la rémora que detiene la marcha de la nave del estado (y esta vez es cierto el mito de la rémora y la macana de la nave del estado ); la coima es el aceite lustral con que cuanto bicho inspector y subinspector que vagabundea por ahí, lubrifica sus articulaciones y engorda su estómago; la coima es la madre de muchos bienestares, el alma de numerosas prosperidades, el ángel tutelar de los que venden aserrín por harina, achicoria por café, pan quemado por chocolate, mármol molido por azucar; la coima es la diosa protectora de todos los comisarios que entran flacos y salen gordos, de todos los magistrados que se taponan los oídos para no escuchar los alaridos de la justicia, ¿qué no es la coima, la enorme, la nutritiva coima?
Donde se clave la vista, allí está: invisible, segura, efectiva, certera. La coima es la que moviliza los escritos en un juzgado; la coima es la que arranca un certificado de buena conducta para un específico facineroso; la coima es la que le da cuidadanía de honestidad a un granuja cien veces más ladrón que el mal ladrón Gesta; la coima es la que ablanda y humaniza al inspector personudo, al abogado recio, al escribano melifluo, al oficial de justicia inexorable, al médico talentudo. La coima, invisible, penetrante, ardua e infalible, penetra por todas partes y compra al grande, al cogotudo y al severo como al pequeño, al modesto y al humilde que se conforma y transige con tal que le den para un café con leche.
Panaderos, lecheros, hueveros, mercaderes de aceite, de vino, de drogas, dueños de fábricas, de industrias, de millones, ministros, covachuelistas, embajadores, jueces, presidentes de cualquier cosa, escritores, periodistas, comisarios, no hay uno que resista la coima, no hay uno que frente a su mocedad, que no se le rinda, después de una lucha más o menos larga. Y el que no coimea... deja coimear.

Por eso...

Por eso, cuando en su camita de hombre honesto, con los botines a la cabecera y las medias colgando de un travesaño de la silla, muere un hombre que manejó los caudales públicos y salió de las covachas administrativas tan ratón y tan pobre como entró, los magníficos furbos, los estupendos truhanes, los maravillosos sinvergüenza, dicen, compungidamente:
Era un buen Hombre, pero no sabía robar. Fue bien intencionado, pero no supo coimear.
Y es que las leyes, amigo lector que no coimeas (porque no puedes), es que las leyes se han hecho para eso: para dar de comer a innumerables y flacos pelafustanes, a indescriptibles y gordos tiburones. Si no se pudiera robar, ¿qué fin habría en hacer gobierno?


[El mundo, 16 de enero de 1929]


Roberto Arlt, Tratado de la delincuencia –Aguafuertes Inéditas-.

Ciclo



Argumentos Anotados por Nathaniel Hawthorne

Un hombre, en la vigilia, piensa bien de otro y confía en él plenamente, pero lo inquietan sueños en que ese amigo obra como enemigo mortal. Se revela, al fin, que el carácter soñado era el verdadero. La explicación sería la percepción instintiva de la verdad.
En medio de una multitud imaginar a un hombre cuyo destino y cuya vida están en poder de otro, como si los dos estuvieran en un desierto.
Un hombre de fuerte voluntad ordena a otro, moralmente sujeto a él, la ejecución de un acto. El que ordena muere y el otro, hasta el fin de ses días, sigue ejecutando aquel acto.
Un hombre rico deja en su testamento su casa a una pareja pobre. Ésta se muda allí; encuentran un sirviente sombrío que el testamento les prohibe expulsar. El sirviente los atormenta; se descubre, al fin, que es el hombre que les ha legado la casa.
Dos personas esperan en la calle un acontecimiento y la aparición de los principales actores. El acontecimiento ya está ocurriendo y ellos son los actores.
Que un hombre escriba un cuento y compruebe que éste se desarrola contra sus intenciones; que los personajes no obren como él quería; que ocurran hechos no provistos por él y que se acerque a una catástrofe, que él trate, en vano, de eludir. Este cuento podría prefigurar su propio destino y uno de los personajes sería él.



Nathaniel Hawthorne, Note-books (1868).

El Jimi



Distraerse

Un cazador para asustar la caza prendió fuego a un bosque. De pronto vió a un hombre que salía de una roca.
El hombre atravesó el fuego sosegadamente. El cazador corrió tras él.
-Diga, pues. ¿Cómo hace para pasar a través de la roca?
-¿La roca? ¿Qué quiere decir con eso?
-También lo vi pasar a través del fuego.
-¿Fuego?¿Qué significa fuego?
Ese perfecto taoísta, completamente borrado, no veía las diferencias de nada.



Henri Michaux, Un Barbare en Asie.

En el insomnio

El hombre se acuesta temprano. No puede conciliar el sueño. Da vueltas, como es lógco, en la cama. Se enreda entre las sábanas. Enciende un cigarro. Lee un poco. Vuelve a apagar la luz. Pero no puede dormirse. A las tres de la madrugada se levante. Despierta al amigo de al lado y le confía que no puede dormir. Le pide consejo. El amigo le aconseja que haga un pequeño paseo a fin de cansarse un poco. Que es seguida tome una taza de tilo y que apague la luz. Hace todo esto pero no logra dormir. Se vuelve a levantar. Esta vez acude al médico. Como siempre sucede el médico habla mucho pero el hombre no se duerme. A las seis de la mañana carga un revólver y se levanta la tapa de los sesos. El hombre está muerto pero no ha podido quedarse dormido. El insomnio es una cosa muy persistente.



Virgilio Piñera (1946).

Albert Hoffman 1906-2008


Un pequeño y muy merecido homenaje a un magro cientifico que hizo tanto bien a la humanidad. Albert, o más bien su forma corpórea, abandono el plano físico tras 102 años de vida el pasado 29 de abril. fue el primero en sintetizar y experimentar los efectos del L S D en su famoso vaje en bicicleta. He aquí un texto de su autoría.

ABRAN LOS OJOS


Creo que hay muchas posibilidades de restablecer la investigación sobre drogas psicodélicas como un campo científico respetable. Creo que hay muy buenos signos. Después de años de silencio, recientemente ha habido investigaciones en Suiza y Alemania, y también en los Estados Unidos. La aproximación de estos doctores y profesores al tema es muy diferente a la de sus predecesores de décadas anteriores.
Me refiero al Dr. Leary. Lo visité cuando estaba viviendo en Suiza hace muchos años. Era un hombre muy inteligente y encantador. Disfruté mucho de nuestras conversaciones. Pero también necesitaba demasiada atención. Le gustaba ser provocativo y eso desviaba el foco de lo que debería haber sido el asunto esencial. Es desafortunado, pero durante muchos años estas drogas se convirtieron en tabú. Con suerte, los mismos problemas de los ’60 no se repetirán.
Desde el punto ventajoso en que estamos parados hoy, podemos ver las implicaciones que tienen las drogas psicodélicas en el campo de la psiquiatría. Creo que poco después de que el LSD se descubriera, fue reconocido como de gran valor para el psicoanálisis y la psiquiatría. No era considerado un escape. Fue un descubrimiento muy importante en ese momento, y durante quince años pudo ser usado legalmente en tratamientos psiquiátricos y para estudios científicos en humanos. Durante este tiempo el Delysid, el nombre que le di al LSD, fue usado sin peligro, y fue objeto de miles de publicaciones en la literatura profesional. Este trabajo temprano estaba muy bien documentado y muestra lo bien que la investigación con LSD se llevó adelante hasta que se integró a la escena de drogas de los años ’60. Así que, de ser originariamente una parte de la farmacopea terapéutica, el LSD se convirtió en una droga de la calle, e inevitablemente se volvió ilegal.
Sin embargo, parece que ahora la gente joven vuelve a estar interesada en las drogas psicodélicas y el MDMA. Tenemos estos fenómenos donde los jóvenes toman estas sustancias y bailan toda la noche. ¿Por qué buscan estas experiencias? ¿Cómo podemos responder a lo que están haciendo? Es un problema muy profundo de nuestro tiempo: no tenemos bases religiosas en nuestras vidas. Aun las religiones y las iglesias que existen no convencen a nadie con sus dogmas. En los viejos tiempos eran las religiones y sus dogmas en lo que la gente creía, pero hoy estos dogmas ya no funcionan. No podemos creer en cosas que sabemos que no son posibles, que no son reales. Debemos basarnos en lo que conocemos, en lo que todos pueden experimentar. Con estas bases se debe entrar al mundo espiritual. Porque muchos jóvenes están buscando experiencias significativas, buscan esto, que es lo opuesto al mundo material. No todos los jóvenes están detrás del dinero y el poder. Algunos buscan una felicidad y una satisfacción que es del mundo espiritual. Buscan, pero no hay caminos marcados. Y, por supuesto, uno de los caminos que están usando los jóvenes son las drogas psicodélicas.
Les diría algo, como consejo: ¡abran los ojos! Las puertas de la percepción deben ser abiertas. Esto significa que los jóvenes deben aprender por su propia experiencia, para que vean el mundo tal como era antes de que los seres humanos poblaran el planeta. Ese es el verdadero problema hoy, que la gente vive en pueblos y ciudades donde todo está muerto. Este mundo material, hecho por humanos, es un mundo muerto, que desaparecerá y morirá. Les diría a los jóvenes que vayan al campo, a los ríos, al jardín, a los bosques. Ese es el mundo de la naturaleza, al que sin duda pertenecemos. Es el ciclo de la vida, del que somos una parte integral. Abran los ojos y vean los verdes y los marrones de la Tierra, y la luz que es la esencia de la naturaleza. Los jóvenes deben conocer este círculo de vida, y darse cuenta de que es posible experimentar la belleza y el profundo significado que yace en el corazón de nuestra relación con la naturaleza.

De Bitles

Within You Without you - Sgt pepper's lonely heart club band

Estuvimos hablando
Acerca del espacio entre todos nosotros
Y las personas
Que se esconden de si mismos tras un muro de ilusiones
Sin vislumbrar nunca la verdad
Hasta que es muy tarde
Al pasan a mejor vida.

Estuvimos hablando
Acerca del amor que todos podriamos compartir.
Al hallarlo
Hacer nuestro mejor esfuerzo por conservarlo.
Con nuestro amor
Podriamos cambiar el mundo
Solo si supieran.

Trata de darte cuenta, todo esta dentro tuyo
Nadie más puede hacerte cambiar.
Y verás que en realidad eres muy pequeño
Y la vida fluye tanto dentro como fuera de ti.

Estuvimos hablando.
Del amor que se ha vuelto frío y de la gente
Que se compra al mundo y pierde su alma.
No saben.
No pueden ver.
Eres tu uno de ellos?

Cuando veas mas alla de ti
Entonces talvez puedas encontrar, paz de pensamientos
Que espera alli.
Y llegara el tiempo en el que veras que todos comos uno
Y la vida fluye tanto dentro como fuera de ti.

La Obra y El Poeta

El poeta hindú Tulsi Das compuso la gesta de Hanuman y de su ejército de monos. Años después, un rey lo encarceló en una torre de piedra. En la celda se puso a meditar y de la meditación surgió Hanuman con su ejército de monos y conquistaron la ciudad e irrumpieron en la torre y lo liberaron.


R.F. Burton.