28 de enero de 2009

¿Que seria del pobre gregor samsa, la cucaracha de kafka si no se hubiera resignado?
¿Hubiera encontrado la muerte de igual manera? ¿Porqué permanecía en el pozo de su estancamiento?

.

No encontró salida entre tanta exigencia, no le devolvió el golpe a sus agresores, sólo huyó sumiso como la cucaracha en la que finalmente se convirtió. O talvez el espejo le devolvió una mirada, que aunque mas cruda, fue mas realista a su situación.
El lector puede mirarse al espejo, hallar su propio reflejo. Entre tanta ambición de poder, codicia, burocracia, incomprensión, odios, intolerancia e insecticidas (o más bien insectizadores) marca cuarto poder, no se sorprenda al verse como otra cucaracha.
Rehuya a la resignación, cántele quiero retruco, y camine despacito. Escupa toda la porquería que se le ha inculcado y se le quiere seguir vendiendo al costo de su cabeza.
Despertar del ensueño, las fronteras se bifurcan, los horizontes siguen siendo ilusiones, las palabras nos devuelven significados inesperados. Los contrarios giran violentos en su irrealidad. Locura y cordura, héroe y villano, luz y sombra. Todo muta con nosotros (nosotros con nuestra mentalidad) nos salimos de los rótulos de esta máquina que nos sella, encierra, absorbe y cotiza; En golpes disfrazados de paz privatizada. Devolvamos el bofetazo, como grito, como poesía, molotov al parlamento.


No nos resignamos a ser otra cucaracha.
Mutación es característica de lo vivo.
Estancamiento de lo muerto.
Letargo del Renacer.
La cucaracha se mira al espejo y decide mutar.
Entra en acción,
Se vuelve polilla,
Por lo menos puede volar.
Se encuentra con sus amigos, familiares, conocidos.
Peces en el estanque, aún no es libre del todo.
La corriente lo sigue arrastrando.
Aprender a nadar y no perderse resulta lo más difícil. Poco a poco abrimos los ojos.
No obtenemos respuestas, nuestros amigos peces parecen no entender lo que les decimos. Encontrando un acuerdo tácito, entre nosotros y la marea, podemos elegir donde llegar.
Construimos un dialecto.
Tierra firme. Intercambio del cielo y de la tierra.
Noche y día.
Roemos, buscando alimento, hambrientos de tanto viaje.
Esquivamos al predador y en un giro
Somos el predador corriendo nuestra presa.
Llegamos al nido.
Se rompe el cascaron.
Polluelo.
Pájaro.
Ahora el vuelo es más certero.
Podemos volver al nido, a comer o solo mirar el paisaje.
Pudiendo detenernos en cuadros de armonía y deleite
De nuestra percepción animal.
Hay que rescatarse, cuidar a los polluelos.
La mutación es así, el texto se va al carajo.
Pero sigue en el barco.
Crepúsculo.
Gregor samsa ríe en su tumba,
Ríe por no llorar.
Hay Cuervos por doquier.
Presagiando nuestra muerte, no pudiendo esquivarla hasta el movimiento final.
Que es el que tenemos asegurado, desde el vivir.

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